Nieve

Maxance Fermine





Este libro se lee en media hora. Dice que la línea recta es nuestro paso por la vida para los que caminamos en una cuerda floja. Por eso el equilibrio. Por eso la falta de equilibrio. Habla de un poeta que no es pintor. Los haikus sólo son haikus si encierran 17 sílabas, 17 golpes de voz. Sólo 70 haikus al año, y el resto, el poeta que no es pintor, que no es un artista total porque no sabe hacer música, porque no sabe bailar, porque no hace esculturas, y porque sólo se expresa en blanco, el resto, se enamora de bellezas palpables, que el mismo hace inacesibles para amarlas de forma más profunda, mas doliente. El orín sobre la nieve, la mujer agachada deshaciendo el frio con su calor. Y aún así yo tengo que pintar un cuadro que habla del episodio del horror del hombre sin cabeza, como una gallina degollada corriendo por sus nervios aún vivos sin cabeza. Somos como las gallinas.


El poeta caligrafía sus poemas desde un sentir blanco de la nieve. El funámbulo sigue, caminando sobre el alambre. Recorriendo el mundo en busca de equilibrio. Perderlo es seguramente una muerte segura. Su padre no le deja ser poeta, ser poeta es un pasatiempo, y el poeta muy listo, le dice como sólo sabe decir, que lo que desea hacer en su vida es contar como transcurre el tiempo.
En media hora, porque es un libro cuanto menos pálido.

2 comentarios:

tacáliz dijo...

Curioso argumento. Lo apunto en mi lista de libros para leer.

Bonito culo,dan ganas de pegarle un pellizco.

¿Un día importante mundialmente?¿Pero tiene que ser importante incluso en kazajistan?

Lunatika Lovegood dijo...

Alguna vez he intentado hacer haikus, pero es muy chungo jejej

Besitos Rebe!

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