Hay tantos tipos de aire. Hay tantas formas de respirar. Hay, existen tantas formas de conciencia, de inconsciencia, individual, colectiva. Tantas y tantos de todo. Moscas, muchas. Hay tantos poemarios, tantas formas de hacer poesía, tantos poemas, tantos conceptos de poesía, tantas poéticas, tantos buenos títulos para un poemario. La forma de disidir, la forma de acompañar, el soplo de un instante, la fractura del tiempo, hacer las cosas bien, hacer las cosas mal, dejar de juzgar, que las cosas simplemente sean como son, aceptar todo mientras se escribe un poema. Aceptar la cosquilla de la mosca caminando por la mano que escribe un poema que trata de aceptarlo todo. Exhibir la aceptación. Publicar un poemario con un título que nada tiene que ver conmigo, ni con la mosca, ni con las molestias que ocasiona mientras simplemente es.
Creo que más o menos es eso.
Por si acaso, lean y trasciendan a las molestias.
Un nuevo poemario, esta vez más de verdad que nunca, es de edición artesanal.
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