Es turbia aún tu atmósfera de luna nueva,
Tu oscuridad es algo que no entiendo,
Tu devenir parece una fría loncha de pescado,
No entiendo que me mueve hacia el ocaso,
Ni como evitar que me arrase de nuevo,
Ya vivido y ni siquiera imaginado,
Es mirarse a uno mismo a los pies,
Y no ver unos zapatos,
Ni unos dedos,
Sólo colores y música que viene de un saxo roto
Que rechina en cada nota.

Ahora entenderte es más fácil,
Pero que complicado¡¡¡¡¡,
Que cuerpo inadmisible que comparto,
Que cansancio de ojos,
Cuanto letargo.

Ya que es más fácil que difícil,
Me propongo coronarte reina en zapatillas,
De una comodidad extrema,
Y subordinar mi puño en letra,
Y bailar mientras este la luz encendida.
Y acomodar mi mano en una curva de tu cuerpo,
Y dar las gracias por ser mujer
Y no torero.
Y admirar un cuerpo igual que el mío
Balanceándose, roto,
Contracuerdo,
A no ser más que una pinturaCon tinta china y cera fría…de colores inventados