AGENDA MES DE MARZO




Entran por la puerta, dos mujeres, de negro, desenrollan una tela que les separará, dividiendo la escena en dos espacios. La decisión propia de aislarse, y la forma de comunicación derivada de ese aislamiento, es precisamente el tema central de la obra de teatro: Lo primero fue el beso, ni el huevo, ni la gallina, de Rebeca Figueroa. 

Lo que realmente mueve a la autora, que en este caso también representa uno de los dos papeles, es el mundo emocional de los personajes, se teje, como si de una conversación de chat se tratase, una presentación, bajo la que se esconde una exposición de sentimientos. Desde la aparente libertad con que se presentan las dos mujeres, perciben, a medida que avanza la obra, que están subyugadas a sus propias decisiones, que derivan a su vez, de una nueva forma de vida implantada de forma tácita, por los nuevos medios de comunicación. Lo que aparentemente debería facilitarnos la vida. 

Aman, estas mujeres aman. Eso es lo más importante. Y los besos. 

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